Alta conductividad térmica:
Su coeficiente de conductividad térmica (105–130 W/(m·K)) es mucho mayor que el de aceros convencionales para moldes, como el P20 o el H13.
Esta propiedad permite un enfriamiento rápido del molde, lo cual mejora la eficiencia del proceso, reduce los tiempos de ciclo y aumenta significativamente la productividad.
Alta dureza y resistencia al desgaste:
Tras el tratamiento térmico, el cobre berilio puede alcanzar una dureza de HV350–400.
Su resistencia al desgaste prolonga la vida útil del molde y reduce la frecuencia de mantenimiento y reemplazo.
Excelentes propiedades de mecanizado:
Posee buena maquinabilidad, permitiendo mecanizar con precisión formas complejas y detalles finos.
La alta calidad del acabado mejora la superficie de las piezas moldeadas.
Resistencia a la corrosión y a la oxidación:
Es altamente resistente a ambientes húmedos y gases corrosivos generados durante el proceso de inyección.
Su resistencia a la oxidación protege el molde durante procesos de inyección a alta temperatura.
Insertos del molde:
Comúnmente se utiliza en insertos ubicados en zonas de alta densidad de flujo térmico, como boquillas, compuertas y canales en sistemas de canal caliente.
La alta conductividad térmica evita el sobrecalentamiento y defectos de moldeo.
Núcleos y cavidades:
Ideal para fabricar núcleos y cavidades, especialmente en moldes para piezas delgadas o de geometría compleja.
Su dureza y resistencia garantizan una larga vida útil y alta precisión.
Elementos de enfriamiento:
Usado en inserciones de enfriamiento, mejora el diseño de los canales y aumenta la eficiencia del enfriamiento.
Contribuye a una mejor estabilidad dimensional y acabado superficial del producto final.
Diseño del molde:
Se diseña el molde en función de la geometría y requisitos del producto, determinando la posición de las piezas de cobre berilio.
Se aprovechan sus propiedades térmicas y mecánicas para optimizar el sistema de enfriamiento y la vida del molde.
Mecanizado:
Se utiliza maquinaria CNC para torneado, fresado, taladrado y rectificado de alta precisión.
Se emplean líquidos refrigerantes para evitar el sobrecalentamiento y minimizar la generación de polvo de berilio.
Tratamiento superficial:
Se pueden aplicar tratamientos como pulido, recubrimientos (cromado, niquelado) o nitruración para mejorar la dureza y acabado superficial.
Posteriormente se limpian e inspeccionan para asegurar su calidad y precisión.
Durante el uso:
Controlar la temperatura del molde y los parámetros del proceso para asegurar un enfriamiento eficiente y prolongar su vida útil.
Verificar periódicamente los canales de enfriamiento e insertos para garantizar su buen funcionamiento.
Mantenimiento:
Realizar mantenimientos regulares, reparar zonas desgastadas y aplicar lubricación o protección anticorrosiva.
Esto evita oxidación y daños prematuros.
Seguridad y protección:
Implementar estrictas medidas de seguridad para evitar la inhalación de polvo o vapores de berilio.
Mantener buena ventilación y usar equipos de protección adecuados para proteger la salud de los operarios.
Moldes para carcasas de teléfonos móviles:
Se usa cobre berilio en cavidades y sistemas de enfriamiento, logrando alta calidad superficial y reducción del tiempo de ciclo.
Moldes para interiores de automóviles:
En paneles de instrumentos y consolas centrales, se utilizan insertos y elementos de enfriamiento de cobre berilio para moldeado preciso de formas complejas.
Moldes para dispositivos médicos:
En productos como jeringas o catéteres, el cobre berilio mejora la precisión dimensional y el acabado, y garantiza fiabilidad en entornos limpios.
El cobre berilio es un material ideal para moldes de alta exigencia gracias a su combinación de conductividad térmica, dureza y excelente mecanizabilidad. Su correcta aplicación y el mantenimiento riguroso garantizan un rendimiento estable y duradero durante la producción.